diciembre 07, 2015

5 consejos para tu primer día de esquí

Por fin te has decidido. De este año no pasa: vas a empezar a esquiar. Llevas años escuchando a tus

Por fin te has decidido. De este año no pasa: vas a empezar a esquiar. Llevas años escuchando a tus amigos hablar de las maravillas de la nieve, de cómo disfrutan. Y, sí, por fin, este año vas a dar el paso. Si quieres vivir en tu primer día de esquí una expreincia perfecta, debes seguir cinco consejos básicos.

Acude a las pistas bien equipado y sin miedo a caerte

Seguramente ya sabes qué necesitas, pero acude a tiendas especializadas. Allí te aconsejarán sobre los esquís, botas, bastones, ropa y guantes más aconsejables para ti. Está bien guiarse por la moda o los gustos estéticos, pero un experto es quien mejor sabe qué le conviene a un novato como tú.
Compra lo necesario, pero no te excedas en el presupuesto. Estamos casi seguros de que el esquí te va a enganchar, pero es mejor ir paso a paso. Si en tus primeras horas te sientes torpe sobre los esquís, piensa que a todo el mundo le ha pasado. Debes ir concienciado de que te vas a caer, pero no pasa nada por eso. En tu primer día no vas a alcanzar grandes velocidades y si te caes, te vuelves a levantar.
Acabarás con el culo mojado, sí, pero ¿y lo que habrás disfrutado? A mitad de la jornada comprobarás cómo controlas el equilibrio y empiezas a manejarte con soltura sobre la nieve. Y en unos pocos días, te reirás de esa sensación de inseguridad.

Ponte en forma antes de llegar a la estación

El esquí es un deporte exigente y, especialmente si no lo has practicado nunca. ¿Te-animas-a-esquiar
Si no quieres terminar tu primer día de esquí molido y lleno de agujetas, debes acudir a las pistas en buena forma. Así que, si llevas tiempo sin hacer ejercicio, aprovecha la pretemporada para ponerte en forma en el gimnasio, saliendo a correr o montando en bici. Y, una vez en las pistas, recuerda un consejo fundamental: es esencial dedicar los primeros minutos de tu jornada de esquí a calentar y estirar las articulaciones, es la mejor forma de evitar lesiones.

Empieza en pistas de principiantes

Por mucho que alguno de tus amigos insista en que empieces con ellos en una pista “muy fácil”, lo mejor es que empieces por el principio y acudas a las pistas de principiantes, señalizadas en color verde.
Nadie nace enseñado, y en el esquí tampoco. Si te resulta difícil mantener el equilibrio con los esquís paralelos simplemente para tomar el telesquí, imagina intentar hacer eso mismo en una ladera con fuerte pendiente. Ya conocerás las pistas azules, rojas y negras cuando tengas capacidad suficiente para deslizarte por ellas.

Contrata a un monitor

No hay duda de que tus amigos tienen muy buena voluntad y quieren que aprendas rápido, pero quien mejor puede enseñarte a esquiar es un monitor profesional. Con él aprenderás las nociones básicas para mantener el equilibrio y empezar a deslizarte, hacer cuña para frenar, clavar los bastones en el momento necesario y no hacer demasiada fuerza con los brazos… Son muchas las cosas que tienes que aprender en tu primer día, y es mejor que las aprendas con un profesional.
Un monitor vigilará y corregirá tu postura, te enseñará trucos y técnicas para aprender disfrutando y evitará esos ‘vicios de aprendizaje’ que podrías adquirir esquiando con amigos en lugar de un profesor. En las estaciones disponemos de Escuelas de Esquí con profesores titulados y más de 50 años de experiencia que puedes contratar en este aquí.

No ajustes demasiado los ganchos de tus botas

Un truco fundamental para principiantes. Habrás oído que las botas deben ir bien ajustadas al pie, tanto en el tobillo como en la parte superior. Es importante llevar las botas ajustadas, pero no caigas en el error de apretar en exceso los ganchos. Lo mejor es que durante tu primer día de esquí te sientas cómodo. A medida que avance el día y vayas sintiéndote a gusto sobre los esquís, podrás ir ajustándolos de forma progresiva.
Tranquilo, no hay peligro: piensa que tus primeros pasos de esquí se van a producir prácticamente en llano. Tú mismo te darás cuenta, cuando empieces a deslizarte por pendientes más pronunciadas, del ajuste que necesitas.
Si sigues estos consejos y añades pasión, paciencia y prudencia, el éxito de tu primer día de esquí está asegurado.