marzo 26, 2018

Cómo ha evolucionado el esquí

¿Recuerdas la primera vez que oíste hablar de freeride, de carving, de telesillas desembragables o de prendas de Goretex? El

¿Recuerdas la primera vez que oíste hablar de freeride, de carving, de telesillas desembragables o de prendas de Goretex? El mundo del esquí está en continua evolución y cada año se incorporan al vocabulario de la nieve nuevos conceptos, técnicas o tendencias, que poco tienen que ver con los inicios del esquí en España, cuando los esquiadores se deslizaban sobre precarias tablas de madera.
No vamos a remontarnos a los orígenes del esquí, sólo vamos a retroceder unos pocos años. Seguro que has visto algunos de esos viejos esquís de madera, y tal vez incluso guardes unos en casa como un preciado tesoro porque pertenecieron a tus padres o abuelos. ¿Imaginas intentar una bajada con ellos? Piensa además que cuando esos esquís estaban en uso ni las pistas estaban acondicionadas por máquinas pisapistas ni existían apenas remontes, lo que obligaba a los esforzados esquiadores a pasar varias horas subiendo una ladera para poder hacer tal vez una o dos bajadas en toda la jornada.
Las cosas han cambiado mucho desde entonces, pero tal vez aún recuerdes como tenías que alargar el brazo hacia arriba para determinar la medida de tus esquís desde el suelo. Claro, aún no habían llegado los carving. Es cuestión de edad, los más jóvenes tal vez se sorprendan al leer esa curiosa forma de escoger las tablas, aunque los esquiadores que ya han pasado la barrera de los 50 recordarán perfectamente esos largos esquís e, incluso, las botas de cordones. Sí, esas botas de piel que si se mojaban ¡tardaban varios días en secarse! Y, por supuesto, entonces nadie había oído hablar de prendas técnicas, costuras termoselladas ni tejidos como el GoreTex o el Thinsulate. ¡Qué tiempos!
¿Recuerdas la primera vez que subiste a un remonte? Poco tienen que ver los actuales telesillas con los primeros que conocimos, casi todos de solo dos plazas, mucho más lentos e inseguros; o el telecabina de Formigal, el popular ‘huevo’ que fue finalmente desmontado en 2004 tras años de inactividad, con el actual telecabina de Panticosa.

Haciéndose un selfie en el telesilla

Los avances técnicos han hecho que el esquí sea mucho más cómodo, de eso no hay duda. Por ejemplo, ¿quién podía imaginar hace sólo unos años que podríamos comprar el forfait online y beneficiarnos, a golpe de clic, de tarifas más baratas que en taquilla y sin esperar colas?, ¿o qué podríamos garantizarnos el buen tiempo en nuestros días de esquí? La evolución es continua e imparable, ¿recuerdas cuando el forfait era una pegatina de papel que había que doblar sobre un alambre que se enganchaba al anorak?

Los pioneros, en Sallent

Han pasado ya más de 50 años de la apertura de Formigal-Panticosa, y si volvemos la vista atrás, hay que recordar que en España los primeros en subirse a unos esquís fueron los habitantes de Sallent de Gállego, como cuenta Luis Alberto Martínez Embid en su libro El Esquí en Sallent: tras las Huellas del Centenario, con tablas llegadas desde Francia. Mariano Fanlo, uno de los primeros monitores de Formigal y director de la Escuela de Esquí hasta que se jubiló, recuerda perfectamente cuando los probó, con 14 años, y cómo la afición al esquí se extendió rápidamente por el pueblo (el carpintero acondicionaba las tablas y un zapatero hacía las correas para las fijaciones) lo que desembocó en la creación del Formigal Esquí Club, antes incluso de que la estación de Formigal fuera una realidad.
Algo parecido le ocurre a Ángel Tebar, uno de los pioneros de la Nieve de Teruel, con la apertura de Valdelinares. Tebar recuerda perfectamente «aquellos esquís de madera, los ‘maderofen’, unos pedazos de madera maciza que se retorcían; y esas fijaciones que eran un cable y un muelle donde enganchabas la bota. Es cierto que entonces lo único que hacías era deslizarte, no tiene nada que ver con lo que hay ahora, la técnica, los materiales, la preparación de pistas…».
Y tú?, ¿qué recuerdos tienes de tus primeros días de esquí?, ¿Cuánto ha evolucionado tu material desde entonces?