octubre 29, 2015

Prepara tu piel para el frío

Anorak, botas, tablas… Ya estás listo para comenzar tu temporada de esquí, pero ¿estás seguro de que tu piel está

Anorak, botas, tablas… Ya estás listo para comenzar tu temporada de esquí, pero ¿estás seguro de que tu piel está protegida? Es muy importante hidratarla y cuidarla durante todo el año para que al inicio de la temporada no sufra al someterse al frío, el viento y la nieve de las altas cumbres.
Es importante cuidar la piel con una crema hidratante –puede ser incluso con color- durante todo el año. Sí, todos y cada uno de los días del año si quieres que tu piel esté realmente protegida de los rayos nocivos del sol y preparada para afrontar lo más crudo del invierno sin lamentarte después de piel seca o agrietada, picores o descamaciones.
Los expertos aconsejan utilizar un factor de protección solar (SPF, por sus siglas en inglés, Solar Protection Factor) como mínimo del 8, incluso en días nublados, ya que los rayos solares atraviesan la capa de nubes. Si sigues este sencillo consejo, tu piel llegará en perfecto estado al inicio de temporada y será capaz de afrontar las inclemencias del tiempo invernal sin inmutarse.
¿Y cómo cuidar la piel ya en temporada? Ahora que estás pensando en todo lo que debes llevar en la mochila de esquí, no olvides incluir en tus previsiones tu crema protectora para la cara y un protector labial. Ya sabes que la nieve funciona como un espejo y refleja el 80% de la radiación ultravioleta. Además, cuanto más alto estés, más dañino puede ser el reflejo del sol sobre tu piel. Toda precaución es poca para evitar males mayores a corto y largo plazo.
Protegerte es tan fácil como llevar la crema y el cacao adecuados  que puedes encontrar unidos en un solo envase- y no olvidarte de reponerlos con regularidad a lo largo de la jornada de esquí o snow. Los expertos aconsejan utilizar cremas de 50 SPF como mínimo para los días de sol radiante aunque, si tu piel es muy delicada, deberías usar una crema de ‘pantalla total’. Así que tenlo en cuenta a la hora de comprar la tuya.
¿Cuántas veces debes repetir la aplicación? Lo ideal es que te apliques una primera capa de crema una media hora antes de la exposición al sol. Y que repitas la aplicación cada dos horas como mínimo. Esto dependerá también de las condiciones meteorológicas y de la intensidad del ejercicio que practiques. Ante una actividad intensa con la que sudes más, es probable que necesites reponer antes la crema. Si quieres estar más seguro, compra una crema protectora con fórmula waterproof, que se mantendrá incluso con la humedad y el sudor. Ésta es una buena solución para los niños, ya que su piel es más sensible y están más expuestos al jugar directamente con la nieve.
En días nublados o con ventisca puedes rebajar el nivel de protección en las pistas, pero nunca por debajo de 15 SPF. Está claro que la mayor parte del cuerpo la llevarás bien cubierta mientras disfrutas de tu deporte favorito, pero esos pequeños resquicios que quedan al aire (la nariz, las mejillas, las orejas y los labios) son precisamente los que necesitan más atención. Si ya eres un esquiador experimentado no hace falta que te recordemos que, en días de ventisca, esas zonas son las que se llevan la peor parte.
La mayoría de las marcas ya incluyen agentes regeneradores y protectores del ADN para evitar el fotoenvejecimento de la piel. Pero no olvides que, aunque lleves gorro, la radiación solar atraviesa determinados tejidos, así que ponte crema incluso en esas zonas que no parecen quedar a la vista. Incide en frente, nariz, mejillas y mentón, e incluye en este punto las orejas, que por su alta vascularización son muy propensas a las quemaduras solares.
En el caso de los labios, es importante que los protejascon cacaos ricos en agentes reparadores, como la manteca de karité o el aceite de germen de trigo, ya que aparte de la radiación ultravioleta, el mismo frío desgasta sus barreras naturales creando pequeños cortes y grietas que podrían llegar a sangrar. Además, procura no humedecer los labios muy a menudo, porque la saliva reblandece su capa más externa y los vuelve aún más vulnerables. Si has tenido fiebre o acabas de sufrir algún herpes labial, ten especial cuidado. La altitud y las condiciones extremas podrían hacerlos reaparecer.
Y presta especial atención a la protección de tus manos. Puede que, al igual que pasa con la frente, creas que no es necesario protegerlas porque van dentro de los guantes, pero piensa en cuando haces un pequeño parón para tomar un tentempié. Al quitarte los guantes tus manos sufren un cambio de temperatura muy brusco que podría desembocar en grietas y sabañones si no están bien hidratadas. Protégelas habituándote a utilizar a diario una crema de karité.
Recuerda incluir tu pack solar en tu mochila de esquí. ¡Estarás completamente protegido para disfrutar de grandes días de nieve!