febrero 09, 2015

Cómo elegir tus bastones para esquiar

Acompañan tu movimiento en los giros, sirven de apoyo y equilibrio y facilitan tu desplazamiento. Son los bastones, un elemento

Acompañan tu movimiento en los giros, sirven de apoyo y equilibrio y facilitan tu desplazamiento. Son los bastones, un elemento esencial en la equipación de esquí, aunque no siempre les prestemos la atención que merecen.
A la hora de elegir tus bastones es fundamental tener en cuenta tu estatura –aquí el peso no influye en la decisión- y la distancia de los antebrazos respecto al suelo: la medida correcta de los bastones será la que nos haga mantener un ángulo de 90 grados (habitualmente multiplicando tu estatura por 0,72). Aunque no todas las disciplinas del esquí requieren la misma medida de bastones. Los bastones de fondo son algo más altos: como norma genérica hay que multiplicar tu estatura por 0,84 si vas a practicar el estilo clásico, y por 0,90 si lo tuyo es el estilo patinador. En cualquier caso, lo mejor es dejarse aconsejar por un experto.
Las medidas de los bastones crecen de cinco en cinco centímetros, así que es probable que dudes entre dos de ellas. El consejo es redondear hacia arriba si eres un esquiador experto y hacia abajo si eres principiante –ya que un bastón corto permite controlar mejor los movimientos y ayuda a mantener una buena postura corporal, con los hombros relajados y la espalda recta-. En cualquier caso, lo esencial es probar las dos medidas para ver con cuál te sientes más cómodo.
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Un bastón se compone de diversos elementos: tubo, empuñadura, arandela, punta, y correa. El tubo puede ser de aluminio –económico, aunque algo rígido- o de carbono –más ligero y resistente, aunque algo más caro, a partir de 35 euros-. El material más flexible es el composite, que absorbe muy bien las vibraciones, aunque es también el más caro: a partir de 50 euros.
La empuñadura puede ser de PVC, blanda –que absorbe muy bien las vibraciones- o dura. En cuanto a la arandela, las hay de tipo racing –pequeñas y pensadas para esquiar en pistas-, freeride –grandes, pensadas para nieve blanda o esquí fuera de pistas- o polivalentes –de tamaño medio y aptas para cualquier tipo de pista-.
Con respecto a la correa, hay que recordar que es un elemento de seguridad. Debe quedar por debajo de tu mano para que el bastón quede suelto en caso de caída. Colócatela bien si quieres evitar lesiones como ‘el pulgar del esquiador’, que se produce cuando, en una caída, el pulgar queda aprisionado y la fuerza del bastón lo desplaza de su sitio
La punta de los bastones puede ser plana –pensada para facilitar el clavado sobre la nieve e impedir que se enganchen con cualquier otra cosa- o fresada –ideal para nieve dura-. Con este último tipo de puntas hay que tener precaución de camino a las pistas ya que no es conveniente clavarlas sobre el asfalto o cualquier otro suelo.
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