febrero 04, 2015

José Luis Casco: “Desde el aire veo Javalambre y Valdelinares, y escojo la estación más despejada”

José Luis Casco es un esquiador atípico. Frecuenta las pistas turolenses de Javalambre y Valdelinares pero habitualmente no llega en

José Luis Casco es un esquiador atípico. Frecuenta las pistas turolenses de Javalambre y Valdelinares pero habitualmente no llega en coche, sino en helicóptero. Lo pilota él mismo y suele ir acompañado de un amigo, jubilado como él, o alguno de sus cinco hijos, todos esquiadores. José Luis vive en El Grao, en la costa de Castellón, tiene 75 años, hace 50 que esquía y empezó a volar hace tres décadas, primero en avionetas y, desde hace 12 años, en su querido helicóptero de color rojo, con capacidad para 4 personas, con el que ha estado también en Formigal, Baqueira o Sierra Nevada. Además, este empresario jubilado fue el primer piloto que aterrizó en el aeropuerto de Castellón
Llegar a las pistas sobrevolándolas, ¡vaya lujo!
Bueno, según se mire. Esto es algo atípico, pero no inaccesible. Es verdad que soy un privilegiado, pero esto no es más caro que tener un apartamento en la playa o un barco, y hay cientos de ellos en los puertos. Así que no es un tema de poder económico, sino de que te guste volar, de saber manejarlo… simplemente tener un helicóptero llama más la atención porque somos menos los que lo tenemos.
¿Cuánto tiempo tarda en llegar a Javalambre o Valdelinares?
Tardo unos 25 minutos en llegar a Valdelinares desde Castellón, y alrededor de 30 a Javalambre. La vuelta es más rápida, se hace en unos 20 minutos porque cuando vas hacia allá tienes que ir subiendo desde el nivel del mar hasta más de 2.000 metros, mientras que a la vuelta, nada más despegar ya empiezas a bajar. La ventaja de ir en helicóptero es que, aunque ya salgas de casa con una previsión meteorológica puedes sobrevolar la zona y elegir el lugar donde mejor tiempo haga. Desde el aire veo las dos estaciones y, elijo sobre la marcha la que esté más despejada de nubes, si una está cubierta me voy a la otra. Aunque, si cuando voy a salir de Castellón veo que hay riesgo de que el tiempo va a empeorar por la tarde, por ejemplo, me voy en coche.

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José Luis con su helicóptero

¿Suele aterrizar en la base de la estación? ¿o aprovecha para esquiar fuera de pistas?
No puedo aterrizar sobre la nieve si no sé lo que hay debajo de la nieve, hay que ver claramente el terreno que pisas. Lo esencial es la seguridad. Así que en Javalambre llego a la base, junto a los aparcamientos y allí cojo el telesilla… ¡y a esquiar! En Valdelinares, como la base de la estación está en alto, la situación es diferente, las vistas a la llegada son espectaculares, pero en cualquier caso, llego a donde llega todo el mundo con su coche. Pido permiso, y si me lo dan, pues lo dejo en las zonas próximas al aparcamiento, donde tenga sitio suficiente y no estorbe al resto de coches ni a los servicios de asistencia.
¿Hay estaciones con más dificultad que otras para llegar en helicóptero?
Sí, claro. Por ejemplo, llegar a Baqueira es más complicado porque está más alto y más hundido entre las montañas, lo que te obliga a subir más primero y a bajar mucho también después. Lo ideal es tener un espacio amplio para aterrizar. En Formigal, que es un valles mucho más abierto que el de Baqueira es más fácil aterrizar.
¿Va a menudo a esquiar?
Este mismo viernes iré, si el tiempo lo permite en helicóptero; y si no, en coche, que en hora y media estamos allí. Me gusta ir siempre que puedo y, ahora que estoy jubilado, suelo ir con un amigo a menudo. Me ha gustado mucho la ampliación de Valdelinares, así que repito. Nos gusta ir en días laborables porque están las estaciones más tranquilas, hay menos gente. A veces también voy con mi hija pequeña, o con mis nietos, que esquían los 9.
José Luis con sus nietos
José Luis con sus nietos

Se mantiene en forma a sus 75 años, ¿no se cansa?
Esquío la mitad de lo que esquiaba, como es lógico. Pero no me caigo, no he puesto el culo en la nieve en lo que va de temporada. No me interesa caerme, no debo caerme. No hago locuras, lo primordial es la seguridad, aunque soy inagotable, puedo llegar temprano y quedarme hasta que cierran la estación. Antes venía con mi mujer, que tampoco ha sido nunca una gran esquiadora pero me acompañaba. Tuvo un problema de rodilla y ahora ya no viene.
¿Qué otros deportes practica?
Hago esquí acuático también desde hace muchísimos años, así que cuando acaba la temporada de esquí ya estoy deseando meterme en el agua.
¿Disfruta más esquiando o pilotando?
Son cosas diferentes, esto es como si quieres más a papá o a mamá. Hay días malos, por la niebla, por el viento, por lo que sea… en los que piensas que no tenías que haber venido, y pasa igual esquiando que con el helicóptero. Pero un día bueno, con sol, sin viento y con buena visibilidad es una maravilla para esquiar y para pilotar. Y si hay nieve polvo y vas con buena compañía, mejor. Los aviadores llamamos a eso “volar con sol y moscas”, es decir, con el cielo despejado y sin nada de viento.
José Luis, a la derecha, en Javalambre
José Luis, a la derecha, en Javalambre

Fue el primer piloto que aterrizó en el aeropuerto de Castellón…
Después de cuatro años de haberlo inaugurado… por sorpresa y sin que nadie nos esperara aparecimos dos jubilados. Pedimos permiso para aterrizar y nos lo dieron. Pero no es algo de lo que me guste hablar, ya le dieron demasiado bombo a eso en todas las cadenas de televisión.
¿Por qué decidió comprarse un helicóptero?
Por puro hobby. Todo empezó con mi miedo a volar. Tenía que coger aviones para volar por Europa a menudo por trabajo y pasaba un miedo terrible. Un amigo mío médico me presentó a un amigo que pilotaba avionetas. Probé, fuimos a Madrid y me quedé sorprendido de la maravilla que era aquello. Hice un curso de piloto y, desde entonces no lo he soltado. Cuando entendí por qué volaba un avión se me quitaron todos los miedos. Hace treinta años que vuelo, he tenido tres avionetas, y hace 12 años decidí comprar el helicóptero, es algo más difícil de manejar y cada año hay que pasar un examen, pero es más cómodo que una avioneta para usarlo para viajes de capricho.
¿Se da muchos caprichos?
Todos los que puedo, lo uso para ir a esquiar, a jugar al golf o a ver las motos, que me encantan, a Jerez, a Montmeló o a Cheste. Me quedan cuatro días y hay que aprovecharlos(risas), que luego te quitan hasta las gafas cuando te meten en la caja. Lo tengo claro, yo no quiero arrepentirme de lo que pude haber hecho y no hice. Y tengo la fortuna de tener salud, no tomo ninguna pastilla de ningún tipo, así que aprovecho para hacer lo que más me gusta.