enero 24, 2017

Los errores más comunes del esquiador novato, y cómo evitarlos

Te explicamos algunos de los clásicos errores del esquiador principiante. Si estás empezando, seguro que has cometido ya alguno y se te ha dibujado una sonrisa al leerlo.

Perder el equilibrio sin saber cómo, sentarte en la percha del telesquí y acabar en el suelo, intentar hacer la cuña para terminar cruzando un esquí sobre otro… estos son algunos de los clásicos errores del esquiador principiante. Si estás empezando en esto del esquí, seguro que has cometido ya alguno y se te ha dibujado una sonrisa al leerlo.
Vamos a repasar los errores más comunes y, lo que es más importante, te vamos a dar consejos para evitarlos. ¡Queremos que disfrutes de tu jornada en el nieve, no que acabes desesperado en el suelo y con la ropa empapada.
Perder el equilibrio, aun estando parado. Parece mentira que puedas caerte al suelo si hace solo unos segundos estabas de pie, con tus esquís en paralelo y completamente quieto. Pero lo cierto es que ha ocurrido. ¿Cómo? probablemente, la tensión de lograr mantenerte en pie sobre esas dos largas tablas adosadas a tus pies y demostrar que eres capaz de hacerlo te ha hecho adelantar una de tus piernas, o el peso del cuerpo, sin ser siquiera consciente de ello.
Cómo evitarlo: El equilibrio sobre los esquí, o sobre la tabla de snow, se consigue posicionando bien el cuerpo, atendiendo al centro de gravedad. La flexión de las rodillas y el cambio de peso de una a otra pierna te ayudarán a mantener la estabilidad. Al principio tendrás que pensarlo pero, poco a poco, tu cuerpo mantendrá de forma automática la postura correcta pises el terreno que pises.
Sentarte en la percha del telesquí. Tal vez ya te ha ocurrido. Has cogido por primera vez un telesquí, y al hacer el amago de sentarte sobre la percha has ido a parar directamente al suelo. Si lo cuentas, parece divertido, pero seguro que no te hizo ninguna gracia caerte mientras las perchas seguían moviéndose a tu alrededor y no sabías ni cómo levantarte sin chocarte con otros esquiadores. No te preocupes, es un error típico de debutante y es fácil evitar que te vuelva a ocurrir.
Cómo evitarlo: Es fácil, sólo tienes que recordar que la percha no es una silla, así que mantente de pie, con los esquís en paralelo y bien agarrado -mejor con las dos manos que con una sola- mientras te dejas arrastrar hacia arriba. ¡Y mira siempre hacia adelante!, así te asegurarás de que nada se interpone en tu camino. Antes de lo que imaginas, ¡estarás soltando la percha victorioso en lo alto de la pista!

Esquiadora haciendo la cuña
Esquiadora haciendo la cuña

 
Cruzar los esquís haciendo la cuña. Las pistas de debutantes están llenas de esquiadores haciendo la cuña. Si ya lo has intentado, tal vez se te haya cruzado un esquí sobre el otro y has terminado en el suelo sin poder evitarlo. Es un clásico error de principiante, así que no te preocupes, no eres el único al que le ha pasado. También es habitual juntar demasiado las rodillas o echar el peso del cuerpo hacia atrás -en un intento sin resultados de frenar la velocidad de bajada-.
Cómo evitarlo: Para no cruzar los esquís es esencial adoptar una posición simétrica. Se trata de separar las piernas mientras se hace una rotación convergente de los pies, de tal forma que las puntas de los esquís se juntan por delante -ambas al mismo tiempo y en el mismo grado- mientras los cantos interiores de los esquís se apoyan sobre la nieve y las colas se separan. Cuanto más acentúes la rotación de los pies, más frenarás. Y las puntas de tus esquís permanecerán juntas, nunca una sobre la otra.
Olvidarte de la crema protectora o quitarte las gafas. Si es tu primera vez en la nieve, tal vez aún no sepas que el sol puede quemarte si te expones a sus efectos sin protección. Tu piel y tus ojos son muy sensibles al sol, por el efecto ‘espejo’ que hace que la nieve refleje el 80% de los rayos ultravioleta. Así que, si no quieres volver a casa rojo como un cangrejo, no cometas uno de los errores más típicos de los debutantes, dejarse la crema solar en casa o aplicársela sólo una vez a primera hora de la mañana y olvidarse durante todo el día.
Cómo evitarlo: Es muy sencillo evitar los daños del sol en la nieve. Jamás esquíes, ni te tumbes al sol en una terraza, sin tu crema protectora y tus gafas de sol. Y no te preocupes, ¡te pondrás moreno igualmente!
Esquiar sin parar hasta el cierre de la estación. Quieres aprovechar bien el día, aprender todo lo posible y sacar el máximo partido a tu forfait. Por algo es tu primer día. Así que tras seguir las indicaciones de tus amigos o tu monitor, decides seguir por tu cuenta, subir una y otra vez en el telesquí de debutantes. Intentas perfeccionar la cuña, los giros, subes, bajas, te caes, te levantas… y sigues y sigues esquiando sin parar, aunque a ratos te pueda el cansancio, hasta la hora límite del cierre de la estación. Acabas literalmente agotado, y seguramente empapado con tantas caídas. ¡Y no se trata de pasarlo mal, sino de disfrutar!
Esquiadores en Cerler
Esquiadores en Cerler

 
Cómo evitarlo: No te agotes. Apurar tus fuerzas hasta el límite no te hará disfrutar más del esquí. Al contrario, es aconsejable hacer algunas paradas, descansar, reponer fuerzas y entrar en calor -incluso cambiarte de ropa si la que tenías está empapada- antes de seguir esquiando. Volverás a las pistas con energías renovadas y disfrutarás mucho más del resto de la jornada. Y no pasa nada si terminas tu jornada de esquí una hora antes del cierre de la estación, para un debutante, cuatro o cinco horas de esquí en una jornada son más que suficientes. Así que, cuando notes que tus fuerzas flaquean, es mejor dejarlo para el próximo día.