Esquí alpino, de fondo, telemark, saltos… las modalidades de competición del deporte más popular de invierno son numerosas. En España tenemos la suerte de contar con un calendario de pruebas tan numeroso como las estaciones que hay en la península. De hecho, este fin de semana las estaciones del Grupo Aramon albergan varias competiciones. Hacemos un repaso a la historia de las competiciones en nuestro país y de los principales clubes de esquí. ¡Elige tu modalidad!
– El esquí en España (un poco de historia)
Hacia 1910 empieza a extenderse la práctica del esquí por nuestro país, mas tarde (sobre 1930 más o menos) empiezan a aparecer las primeras asociaciones de aficionados a este deporte. Autodidactas y esquiadores emigrados de países nórdicos son los que, fundamentalmente, integran estos clubes que nacen en las estaciones de Navacerrada, Candanchú, Sierra Nevada… La actividad se detiene cuando estalla la guerra civil, aunque en los dos bandos se constituyeron unidades de esquiadores. Después se intenta volver a la practica pero la producción de material se ve mermada por la posguerra y el comienzo de la segunda guerra mundial, lo que hace que la producción de esquís, botas etc… se vea relegada a unos pocos artesanos.
Por fin, en 1941 nace la Federación Española de Esquí (hoy RFEDI) que se independiza así de la federación de Montaña, de la que, hasta entonces, dependía. La federación consigue que el esquí alcance un gran crecimiento a nivel popular y técnico, celebrando cursillos y empleando varios técnicos europeos

Modalidades del esquí de competición
La Real Federación española de Deportes de Invierno comporta las siguientes Modalidades: Esquí Alpino, Esquí de Fondo, Biatlhon, Esquí Artístico, Snowboard y Telemark.
– Esquí alpino: La más popular de las modalidades, consiste en descender pendientes empinadas a la mayor velocidad posible. A su vez, esta modalidad se subdivide en cinco especialidades:
 -Descenso: el objetivo de esta competición es deslizarse por una pendiente muy inclinada en el menor tiempo posible. Debido a que con el esquí de descenso se cogen velocidades muy elevadas (más de 140 km/h), se requiere de mucha técnica.
 -Slalom: Además de bajar la pendiente, el esquiador debe ir en zigzag salvando obstáculos que se han ido colocando a lo largo de la pista.
-Slalom gigante: En esta modalidad se acentúa lo ya planteado en la anterior. Se hace la pista más corta y se acercan las banderas obligando al deportista a hacer los giros más cerrados..
-Super G: Esta prueba combina la modalidad de slalom y la de descenso, donde el atleta debe realizar giros largos y majestuosos a gran velocidad.

– Paralelo: Esta competición es la menos práctica, además de que solo tiene lugar al final de una liga o copa. Consiste en dos descensos simultáneos sobre un trazado y el esquiador que lo realice en menos tiempo, gana.
– Esquí nórdico o de fondo: Se realiza fuera de las pistas, usando superficies planas explorando lugares escondidos de las montañas. En estas competiciones, los esquiadores deben realizar carreras de hasta 150 km. Hay varias modalidades, las más habituales son:
 – Clásico: Los corredores usan esquíes con escamas o encerado que facilitan la adherencia en los ascensos. En esta modalidad el esquiador se desliza sobre trazas realizadas de forma artificial.
-Estilo patinador: El esquiador utiliza esquíes sin cera ni escamas, realizando el avance deslizándose por la nieve, de ahí la denominación.
Esquí de estilo libre se compone de tres modalidades:
 – Ballet: Se parece mucho al patinaje artístico, en el que, al ritmo de la música, el participante tiene que deslizarse, hacer saltos y giros.
 -Figuras: Los esquiadores que efectúan esta modalidad tienen que realizar giros a gran velocidad sobre una pista muy empinada y con irregularidades en el terreno.
 -Saltos: Una vez el atleta sale despegado de una rampa especial, tiene que realizar acrobacias en el aire y luego aterrizar.