julio 08, 2015

Pirineo aragonés: El paraíso natural de los animales

El Pirineo es un gran paraíso natural que permite disfrutar de una amplia y variada fauna autóctona. El sarrio (rupicapra pirenaica), es uno de

El Pirineo es un gran paraíso natural que permite disfrutar de una amplia y variada fauna autóctona. El sarrio (rupicapra pirenaica), es uno de los animales más típicos de nuestros valles. Suele encontrarse, tanto en el Pirineo español como el francés, en altitudes que oscilan entre los 1.000 y 3.000 metros, allí donde encuentra disponibilidad de pastos no cubiertos por la nieve. También es fácil, aunque algo menos habitual, encontrar muflones y marmotas, muy activas ahora tras su letargo invernal, especialmente a primeras horas del día o de la tarde, cuando hace menos calor. Pero debes estar muy atento, ya que estos pequeños roedores peludos pueden pasar inadvertidos si están inmóviles tomando el sol sobre una piedra.

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Marmota descansa sobre una piedra. Foto: Jorge Mayoral

 
Es fácil encontrarse sarrios, marmotas, cabras, vacas o caballos durante una excursión por el Pirineo. Estos mamíferos, que pasean en libertad por picos y valles, son un gran atractivo para muchos visitantes, especialmente los niños.
Si subes a la telecabina de Aramón Formigal-Panticosa tendrás una inmejorable ocasión para observar la fauna pirenaica desde arriba, mientras los animales pastan por las laderas de la estación o se aproximan a los ibones. Y podrás seguir viéndolos cuando bajes de la telecabina para desplazarte hacia la ruta de los miradores o los ibones de Asnos y Sabocos.
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Lince de un año de Lacuniacha. Foto: Lacuniacha

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Muflón. Foto: Miguel Ramón Henares

También en el valle de Tena tienes la oportunidad de poder observar especies animales más difíciles de ver en libertad en Lacuniacha, el parque faunístico de Piedrafita de Jaca, a apenas 10 kilómetros de Panticosa. El recinto, ubicado a 1.380 metros de altura, te permitirá pasear por 30 hectáreas de bosque mientras disfrutas de la presencia de osos pardos, renos, linces o bisontes en su entorno natural y con espacio suficiente para que no se sientan invadidos por los visitantes. Además, este verano, si presentas el ticket de la telecabina tendrás un descuento del 10 % en la entrada al parque de Lacuniacha. Y tendrás ese mismo descuento para disfrutar de la telecabina en verano si enseñas la entrada de Lacuniacha.
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Bisonte en Lacuniacha. Foto: Lacuniacha

El recorrido te llevará un mínimo de tres horas si quieres ver todos los animales, ya que se trata de un sendero de montaña de cuatro kilómetros. Pero puedes pasar allí todo el día -hay zonas de descanso y picnic- disfrutando de los animales y el paisaje. Piensa que algunos animales, como los ciervos, se pasean en manada sin importarles las miradas ajenas pero otros, como los lobos o los linces, son mucho más esquivos y necesitarás algo más de paciencia si quieres verlos de cerca. Lleva calzado cómodo y, si vas con niños pequeños, es mejor que utilices una silla todoterreno.
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Ciervos en la Ciudadela de Jaca. Miguel Ramón Henares.

Los animales se encuentran en unas condiciones idóneas, tanto que cada año nacen nuevas crías de linces, ciervos o incluso  un pequeño osezno que recibió el nombre de Goluso. El ya no tan pequeño osezno es sin dada la estrella del parque. En verano es habitual verlo dándose un chapuzón en la charca junto a su madre o disfrutando de las cerezas.
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Goluso, «el niño mimado» de Lacuniacha. Foto: Lacuniacha

Y si te acercas hasta Jaca, no olvides visitar los ciervos de la ciudadela, una de las señas de identidad de la fortaleza. Puedes verles en sus comederos, sentados a la sombra o moviéndose en grupo por el amplio foso que rodea la ciudadela. Y ahora puedes ver dos crías recién nacidas.