El verano transforma el Pirineo aragonés en un auténtico paraíso natural. El Valle de Tena y Benasque se llenan de color y los senderos invitan a recorrerlos a pie, en familia, con amigos o en solitario.
Desde Aramón, te animamos a disfrutar de estos enclaves únicos y a hacerlo con responsabilidad. Aquí te dejamos algunos consejos para planificar tus rutas.
Planifica tu ruta con antelación
Antes de salir de excursión, es fundamental planificar bien tu ruta. Las condiciones en montaña pueden variar mucho según la altitud, el terreno y la duración del recorrido, por lo que conocer estos factores te ayudará a evitar imprevistos y disfrutar de una excursión sin sorpresas.
Consulta mapas topográficos, guías oficiales o plataformas especializadas con GPS actualizados. Evalúa el nivel de dificultad, el desnivel acumulado y la duración estimada para asegurarte de que la ruta se ajusta a tu estado físico. Y muy importante: revisa la meteorología, ya que en alta montaña puede cambiar de forma repentina.

Presta atención a la señalización
Es fundamental conocer y respetar la señalización que hay en los senderos. Durante el recorrido, encontrarás señales que no solo indican el camino correcto, sino que también informan, por ejemplo, sobre la dificultad del recorrido, tiempos estimados, puntos de interés o posibles precauciones. Suelen situarse en las piedras en forma de marcas de pintura, en árboles, en estacas de madera o en postes indicadores.
Conocer la señalización ayuda a prevenir accidentes y a tomar decisiones correctas, además de contribuir a preservar el entorno natural al evitar que los senderistas se desvíen por zonas protegidas.
Los senderos están bien señalizados, pero es fundamental conocer cómo interpretarlos:
- Senderos de Gran Recorrido – GR (blanco y rojo): precisan de más de una jornada a pie para su recorrido, con un mínimo de 50 kilómetros de trazado. Son etapas largas y exigentes.
- Senderos de Pequeño Recorrido – PR (blanco y amarillo): son rutas de media distancia. Pueden ser recorridos a pie en menos de una jornada, con un máximo de 50 kilómetros de trazado.
- Senderos Locales – SL (blanco y verde): itinerarios cortos, perfectos para familias o caminatas suaves, de escasa dificultad y su trazado no excede de los 10 kilómetros.
Además de los tipos de senderos, también podrás encontrar otro tipo de señalización como una señal en paralelo, que indica que estás yendo en la dirección correcta; el mismo símbolo, pero con las dos franjas en forma de cruz muestra que vas en la dirección equivocada; y una marca con las dos franjas juntas, pero formando un ángulo advierten de que existe un cambio de dirección hacia el lado al que vaya el ángulo.
También podrás encontrar pequeñas construcciones de unos 10 centímetros hechas con piedras unas encimas de otras. La finalidad es indicar el camino correcto a los montañistas. Normalmente lo realizan personas anónimas y se colocan donde no existe un camino evidente hacia un lugar de paso.

Equípate para el clima de alta montaña
Aunque sea verano, la altitud del Pirineo puede traer frío, viento o tormentas. Prepara tu mochila con lo esencial: agua (más de 1,5 L por persona) y alimentos energéticos; ropa ligera, pero técnica; gorra, gafas de sol y protección solar; calzado adecuado de montaña (botas de trekking ligeras o zapatillas de montaña, e incluso valora llevar sandalias técnicas si vas a cruzar arroyos); móvil cargado y batería externa.
Respeta el entorno natural
El Pirineo es un espacio protegido y sensible. Por ello, el mejor recuerdo que puedes dejar es no dejar rastro. Recuerda llevar una bolsa para recoger toda tu basura, no hacer fuego y respetar las normas del entorno natural, no recoger plantas ni alterar el hábitat de los animales y evitar el baño en ibones o ríos si no está expresamente permitido.