Sabemos que la montaña se disfruta con los cinco sentidos y, por ello, este verano el gusto se convierte en el auténtico protagonista. Porque después de una ruta a pie, un descenso en bicicleta o una jornada contemplando paisajes de vértigo, no hay mejor recompensa que una buena comida… con vistas.
En Aramón te proponemos que vivas un verano único, donde poder disfrutar con la mochila, pero también con el tenedor. Durante los meses de julio y agosto, los visitantes podrán deleitarse con un variado servicio de restauración en nuestras estaciones, con propuestas que van desde cocina tradicional hasta opciones más informales pero siempre con sabor y calidad. Y es que comer bien es parte esencial del viaje.
Panticosa: gastronomía de altura
En la estación de Panticosa, la parada imprescindible es la cafetería de Petrosos y su terraza, ubicada a casi 2.000 metros de altitud. Allí, en pleno corazón del Pirineo, podrás degustar una buena parrillada de carne rodeado de naturaleza. Ya sea para reponer fuerzas tras una jornada de actividad o para simplemente disfrutar de un rato de relax. Haz tu reserva aquí y disfruta de la experiencia.
El sabor se une al paisaje en Cerler
En Cerler se pondrán en marcha espacios como Remáscaro y el restaurante panorámico El Bosque, una acogedora cabaña de montaña donde disfrutar de pizzas 100% artesanas elaboradas al momento, o sabrosas carnes a la parrilla. Todo, acompañado de vistas impresionantes al valle y un entorno alpino. Un lugar perfecto para relajarse y compartir una comida en familia o con amigos tras un paseo tranquilo o una ruta de senderismo. Reserva fácilmente aquí.