febrero 06, 2018

El Pirineo, un gran plató de cine

Los pueblos, valles y picos pirenaicos se han convertido en numerosas ocasiones en un plató de cine. El valle de

Mario Casas durante el rodaje de la película Palmeras en la Nieve en una de las escenas rodadas en Espierba y Pineta, en Bielsa

Los pueblos, valles y picos pirenaicos se han convertido en numerosas ocasiones en un plató de cine. El valle de Tena y el de Benasque han visto cómo las calles y plazas de sus pueblos, escarpados picos o aisladas viviendas rodeadas de naturales se llenaban de grandes actores y directores, decenas de cámaras y grandes equipos de producción dispuestos a trasladar todo el atractivo del paisaje pirenaico a la magia del cine.
Hay películas en las que el Pirineo se ha convertido casi en el protagonista principal de la historia. Y otras en las que ha servido de telón de fondo para el devenir de la trama. Hay comedias, dramas, thrillers… ¿Nos acompañas en este recorrido por la gran pantalla?
 
La próxima piel, de Isaki Lacuesta, protagonizada por Enma Suárez y Sergi López, es una coproducción hispano-suiza estrenada en 2015 que cuenta la historia de un adolescente desaparecido que vuelve a su casa seis años después, cuando todos lo daban por muerto. El misterio de su desaparición hace dudar incluso a su propia madre de si se encuentra frente a un impostor. El director escogió el paisaje pirenaico para dar un tono humano y cercano a su thriller psicológico. En Sallent de Gállego encontró un entorno ideal para que el rodaje avanzase al mismo tiempo que la nieve, en una geografía escarpada, rodeada de naturaleza y entornos rurales poco poblados pero con todo tipo de servicios e infraestructuras. El rodaje se llevó a cabo, además de en Sallent, en Formigal, Portalet, Sabiñánigo, Escarra y distintos espacios naturales del valle.
Imagen del rodaje en Espierba, donde se rodó parte de las escenas de invierno de Palmeras en la Nieve

Enma Suárez también rodó en 2015 en el Pirineo a las órdenes de otro director, Pedro Almodóvar, que situó en Fanlo -en las estribaciones del Parque Nacional de Ordesa- la casa a la que la protagonista de Julieta se retiraba a descansar.
Panticosa ha sido escenario de películas como Eva, dirigida por Kike Maíllo y en la que un robot se paseaba por la nieve en el entorno del lago junto a Daniel Bruhl, Marta Etura y Alberto Ammann (la película ganó tres premios Goya). También en el balneario de Panticosa se rodó  en 2002 Primer y último amor, con Lola Herrera y Asunción Balaguer, entre otros actores. El antiguo y entrañable casino del balneario hacía las veces de residencia de ancianos, y era el lugar de reencuentro de una pareja sesenta años después de su amor adolescente.
El Balneario de Panticosa también ha sido escenario de múltiples filmes.

De Tena a Benasque

Benasque es otro lugar que concentra un buen número de películas rodadas en su territorio. Álex Pina rodó allí en 2014 Kamikaze, un thriller que convirtió por unos días la zona de Llanos del Hospital en Rusia, donde un terrorista pretende hacer estallar un avión, pero un temporal de nieve frustra sus planes y todos los ocupantes quedan aislados en un hotel de montaña, a 20 grados bajo cero. La película, protagonizada por Verónica Echegui, Carmen Machi y Héctor Alterio, entre otros actores, contó además con una treintena de habitantes del valle como extras.

Kamikaze se rodó en Llanos del Hospital de Benasque

En el valle de Benasque se ha rodado también recientemente parte de Palmeras en la nieve, la película basada en la novela del mismo nombre de Luz Gabás, centrada en dos hermanos originarios de la zona. La mayor parte de las escenas se rodaron en Bielsa, aunque también en Benasque y Anciles.
Y siempre quedarán en la memoria  escenas de grandes superproducciones, como Tomorrow never dies (El mañana nunca muere), de la saga de James Bond (1997), en la que el agente secreto sobrevolaba brevemente durante una persecución el entorno del macizo de la Maladeta.