mayo 28, 2025

Parar también es un plan perfecto

Planes de verano para disfrutar del valle de Tena. Rincones con encanto, rutas sin prisas y momentos que se saborean mejor a tu ritmo.

Con la llegada del verano, el valle de Tena se llena de color y vida. Se convierte en el lugar perfecto para desconectar, respirar y disfrutar sin prisas. Porque parar también es un plan, aquí van algunas ideas para disfrutar de rincones con encanto, caminar a tu ritmo y saborear el tiempo en la montaña.

Ver el atardecer desde un ibón

Las tardes despejadas de primavera y verano crean la atmósfera perfecta para ver como se esconde el sol detrás de la montañas. Te proponemos acercarte al Ibón de Espelunciecha: de fácil acceso y con unas vistas espectaculares, es un lugar perfecto para disfrutar del atardecer reflejado en el agua. Aunque lo cierto es que cualquier ibón del Valle de Tena puede convertirse en el rincón perfecto para despedir el día.

Pasar la tarde en un pueblo con encanto

El Pirineo está lleno de pueblos con encanto y el Valle de Tena no es una excepción. Tramacastilla, Piedrafita, Lanuza o Hoz de Jaca son solo algunos ejemplos donde perderse entre calles de piedra, balcones floridos y miradores con historia. Pasear sin prisa por sus rincones es una forma sencilla de conectar con la esencia del valle.

Bañarse en el río

Cuando suben las temperaturas, pocas cosas sientan mejor que un buen chapuzón en plena naturaleza. Las pozas del valle de Tena son la opción perfecta para refrescarse y desconectar rodeado de paisajes espectaculares. A lo largo de su curso, los ríos dibujan rincones únicos que se convierten en el mejor plan para un día caluroso.

Caminar a la sombra de un hayedo

Si lo tuyo no es el agua, los bosques del Pirineo son una opción perfecta para los días calurosos. Pasear bajo la sombra de sus árboles es un plan tranquilo y refrescante, ideal para desconectar del ritmo diario. El Bosque del Betato, cargado de magia y leyendas, es uno de esos lugares que te envuelven desde el primer paso. Su ruta circular es sencilla y perfecta para compartir en familia o con tu perro.

Ver las estrellas

La baja contaminación lumínica de la montaña convierte cada noche de verano en un espectáculo estelar. Solo necesitas una manta y una noche despejada. Túmbate sobre la hierba, mira al cielo y déjate llevar por el mapa infinito de constelaciones, estrellas fugaces y silencios que solo se viven así, en lo alto del valle.

Leer un libro con vistas a un embalse

El ritmo frenético del día a día a veces nos hacen olvidar lo especiales que son los momentos más sencillos. Sentarse bajo la sombra de un árbol, en el orilla de un embalse, con un buen libro entre las manos, puede ser el mejor plan del verano.

A veces, el mejor plan es no tener ninguno. Elige tu ritmo, tu rincón y tu momento. El valle de Tena te espera, sin prisas.